Guía rápida para encontrar el sentido de la vida: lecciones de Viktor Frankl

 

¿Para qué vivo? ¿Cuál es el sentido de esta existencia? Cumplí 35 años en 2023, en medio de cambios trascendentales. Tenía pocos meses de haber roto una relación, empezado otra y contraído matrimonio. Había soltado hace un tiempo mi trabajo fijo, para hacerme independiente. Había decidido aceptar la oferta de construir una empresa de comunicación junto a un exministro de Gobierno.

Madré murió, replanteé mis relaciones familiares y personales en general, gracias al psicoanálisis, que me ha llevado a conocerme a fondo. Y en medio de todos esos cambios de vida llegó a mí, en ese cumpleaños y como una montaña de inconsistencias hacia mi percepción de mí misma, el libro El sentido de la vida, del doctor Viktor Frankl, gracias a mi querido y admirado amigo Allen Panchana, quien en la dedicatoria subraya una frase que marca: "Tú eres una sobreviviente como él".

¿Lo soy?

El sentido de la vida sigue el encierro el psicólogo Viktor Frankl, como el prisionero 119.104, en uno de los campos de concentración de la segunda guerra mundial. Se trata de un ensayo y no de un diario de vivencias, pues intenta sitiar los escenarios psicológicos del rehén y sus decisiones ante adversidades de lo más atroces, como es de esperarse en un campo de concentración, pero que, debo resaltar, quedan cortas a los filmes que conocemos. 

Frankl es muy crudo y su crudeza desgrana lo que el hombre puede entender del sentido de la vida. Y yo intentaré guiarte a ese anhelo, que para una gran mayoría de seres humanos -y me incluyo- es esquivo.

El plantea tres formas posibles de hallar el sentido de la vida:

1. Realizando una acción.
2. Aceptando los dones de la existencia.
3. A través del sufrimiento. Me parece importante aclarar que Frankl recalca que el sufrimiento no es necesario para otorgar sentido a la vida, si no que el sufrimiento inevitable es a veces un camino para hallar ese sentido.

La adversidad

Para decirte: 'Oye, antes de que llores por eso que te pasa, quiero recordarte las miserables existencias que me rodearon'. Frankl enlista a lo largo del libro a las vidas que se apagaron en las cámaras de gas, recuerda que dentro del campo comían apenas migas de pan y agua de sopa a diario y debían agarrar heces de todos con sus manos. Describe la desesperada añoranza de la normalidad y la nostalgia que los hacía bordear la locura (con conversaciones imaginarias incluidas), por la ausencia de los suyos.

Sé que no fue su intención, pero fue inevitable sentir que nada de lo que he vivido de doloroso, ni siquiera la muerte de mi madre por cáncer, podría compararse a esas adversidades. Tuve un punto de inflexión.

"Sí, el hombre puede acostumbrarse a todo, pero no nos pregunte cómo lo hace". Dostoyevski.

Las señales del sentido

1.- Ama

Hagamos juntos una reflexión. ¿Qué le da sentido a tu vida? Cuando lo pensé tuve una lista de elementos. Seguramente habrás respondido: mi familia, mi trabajo... Yo no tenía una respuesta concreta, porque he atravesado por momentos de deconstrucción que mantienen viva la pregunta en mi alma.

Frankl da pistas. "El amor es la meta última y más alta a la que puede aspirar el hombre". ¿Estás de acuerdo?

2.- Sé luz y no pierdas el sentido del humor

¿Cómo se es luz? En medio de humillaciones e improperios de los guardias, Frankl mantuvo la esperanza del amor de su esposa dentro del campo, incluso sabiendo que ella, como fue en realidad, podía ya estar muerta. Esa noche oscura del alma que fue su estadía adentro, le ayuda a dictar una verdad que no es ajena a la actualidad: "Y la luz brilla en medio de la oscuridad", en referencia a que no importa qué ocurra, si mantienes el foco en lo que importa y te hace feliz, puedes sobrevivir a todo. 

Por eso también deja observado que pese a todas las atrocidades vividas, los prisioneros le daban tiempo al humor. Porque "el humor es otra de las armas del alma en su lucha para la supervivencia".

3.- Controla la irritabilidad

La adversidad del encierro, la mala alimentación y las humillaciones hacían de la irritabilidad un síntoma inevitable en el campo de concentración. Nada lejos de lo que ocurre en situaciones extremas en cualquier campo de la vida, porque, ¿qué es la ira si no la frustración llevada a la acción? Ahora, añado una reflexión para ti. ¿En qué aporta este mood al problema?

4.- Sé libre

Solo lo citaré. No hace falta nada más. "Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la libertad humana para elegir su propio camino. (...) Cada hombre, incluso en condiciones trágicas, puede decidir quién quiere ser espiritual y mentalmente, y conservar su dignidad humana. (...) Y es precisamente esa libertad lo que confiere a la vida intención y sentido".

5.- Saca provecho de la soledad y también de la incertidumbre

Hay una imagen: Una mujer agonizante. En su ventana, un árbol a lo lejos. Frankl cuenta que le dijo: "Ese árbol es el único amigo que me queda en esta soledad". No te dejes vencer por la ausencia de futuro, eso puede llevarte a perder el sentido de la vida. El que pierde la fe en el futuro se condena.

"La vida es como visitar al dentista. Siempre crees que lo peor aún está por llegar, cuando en realidad ya ha pasado". Bismark.

6.- Halla un por qué

Frankl dice que no importa lo que esperemos de la vida, si no lo que la vida espere de nosotros.

"Quien tiene un por qué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo". Nietzsche.

"Todo lo que me destruye me hace más fuerte". Nietzsche.

Y Frankl remata: Vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la vida plantea, cumpliendo la obligación que nos asigna. (...) Es la actitud frente al dolor donde reside la posibilidad de conseguir un logro excepcional.

Y termino con una pregunta con respuesta. ¿Qué es en realidad el hombre? El ser que siempre decide lo que es.

¿Y tú? ¿Ya encontraste el sentido de tu vida? Dice Sartre que el hombre se imventa a sí mismo y concibe su propia esencia. Dice Frankl que el hombre no inventa el sentido de su vida, sino que lo descubre. 

Recuerda: La mejor almohada es una buena conciencia.

No olvides compartir si crees que vale la pena. Y compartir si crees que no vale, para que así no seas el único que pierde tiempo en mi blog.

Blanki