Ecuador: Más que apagón
Salí corriendo de la Víctor Emilio Estrada. Urdesa central. Norte de Guayaquil. Apagón a las 22:00. Solo imagínenlo. Los pocos locales de comida que quedaron abiertos hasta esa hora obligados a cerrar. Los clientes apurados. Afuera, la ciudad. Esa peligrosa Guayaquil donde el miedo juega al pepo. Motos. Carros. Gente con un ojo adelante y otro atrás. Los cortes de energía, además de jodernos de forma desmedida, nos acercan a las más crueles realidades de esta urbe. Y desde allí, todas las aristas venideras: recesión, bloqueo, desesperación económica. De eso ya hablarán los titulares. Nos encerró la pandemia. La inseguridad y, ahora, el apagon. Lo otro queda en la psique.