'Blankimonki begins', de cómo empecé en el periodismo



Entrar al Diario, mi mejor experiencia laboral

Esa mañana mis padres me esperaban en la Bahía.
Sí, la Bahía, ese mercado de todo un poco que queda cerca del malecón Simón Bolívar. En ese entonces mi ropero no contaba con “prendas ejecutivas”. Así que debí pedirle ayuda a papá. 

Camisa roja a cuadros, mangas largas, un pantalón negro y zapatitos de taco. ¡Taco! Ser femenina es necesario a veces, más cuando vas a entrar a trabajar en uno de los periódicos más importantes de tu país.

El culpable del bullicio de mi entrada a Diario El Universo en 2009 fue Robert Salazar, un amigo al que mi papá llama “ángel terrenal”, y quien -como es de dominio público- fue despiadadamente asesinado en noviembre del año pasado.

Fue Robert quien hizo llegar mi currículum a la empresa, después de que compartimos un año de universidad en la Facultad de Comunicación Social (Facso). Dijo ver en mí "aptitudes de cronista". Aunque me quería para correctora.



Mi primera coertura, junto con Robert Salazar.

La historia

Nueve de la mañana. Llegué puntual ese día. Me esperaba René Cárdenas, asistente de Recursos Humanos.

Entrar al edificio fue 'apoteósico'. Un gran túnel de pilares rojos recibe a los visitantes. Desemboca en un patio adornado con una impresora gigante de hierro antiquísima. “Esa es la primera rotativa que tuvo el periódico”, me explicó. No había escuchado esa palabra, rotativa, pero lo deduje y puse cara de sorprendida para ocultar mis nervios.


Primera rotativa de El Universo

¡Ey! Era la primera vez que trabajaba en una empresa grande. Antes vendí dulces para diabéticos y cartuchos para impresora en islas de centros comerciales. no me juzguen por los nervios.

Di una prueba de más de tres horas. Me llamaron a la semana.

Conocer a Piedad Villavicencio (Pía), auditora de calidad del diario, fue una de las mejores experiencias que atesoro de mi ingreso a en ese medio de comunicación. Tres meses estuve en capacitación con ella y su asistente, Carmita Moncayo, para pulirme en ortografía, semántica, puntuación y otros temas de esa índole.

Mi primer trabajo en la empresa fue el de correctora de estilo, un labor que para los lectores es casi desconocida, pero que es una de las más importantes que se realizan en la Redacción. ¿Han escuchado: 'El Universo tiene errores?’ ¿Sí? Lo sé. Bien, sin el departamento de Corrección, esa situación estaría descontrolada.


Cuendo entré a Redacción, laboré como correctora

Aunque una correctora como yo pudo lograr “descontrolar la situación”. Pasó hace dos años. Llegó hasta mi ‘canasta’ virtual el cuadrito donde se pone el precio y la frase del día para corregirla. Ingresé mal un número en el precio, por comedida, y se imprimieron miles de ejemplares de la primera edición con el precio equivocado (puse $ 0,75 y era $ 0,70).

Ese día se regresaron de las carreteras todos los camiones que trasladan el periódico hasta las provincias, y mi tranquilidad quedó perdida en los pasillos del diario hasta que, después de reuniones, los altos mandos decidieron “pasar por alto” mi error, Y SIN MULTA. Después de esto no pregunten por qué apoyé a esos niños Pérez en los plantones, por favor.


Los plantones, una vivencia extrema.

Tras casi dos años de ser correctora recibí mi primer 'ascenso'. Pasé a ser parte de la familia de Vida y Estilo en enero de 2011 y, créanme, allí profundicé mis conocimientos de redacción. Carmita Cortez y Clara Medina fueron quienes me “amoldaron” día tras día en esa labor, la primera fue la coordinadora de la sección y mi jefa los fines de semana, y la segunda, la editora de este espacio.

Vida y Estilo tampoco se salvó de mí. Fui la encargada de la página de Bienestar que salió un tiempo los martes en la contraportada y de la agenda de fin de semana que se publica los viernes. Bien. ¿Recuerdan a Los Pitufos? Un día llegaron hasta el diario enanos reales vestidos como ellos causando euforia.

Entrevisté al grupo y a su mánager. Prometió un espectáculo sin precedentes y los diminutos seres se publicaron en la portada de la sección, con una foto inmensa.


Pitufos piratas...

A la mañana siguiente, y ya cuando el periódico estaba impreso, los enanos infelices cambiaron el show por una cita en la Policía. Los organizadores no sacaron los permisos para el espectáculo. Ellos no tenían documentos y todo había sido una farsa.

Aún recuerdo las palabras del editor general: “Nos emocionamos y no corroboramos la información”. ¡Pito! Pero como dice La Mosca: "Todo pasa". Tuvimos que poner una fe de errata y hacer seguimiento a los pillos por un par de días, luego murió el asunto.

No ha sido mi única experiencia en medios. Estuve también en El Telégrafo y hoy escribo para EXPRESO. El taller sería un complemento ideal para mi labor. No me considero cronista, admiro, sin embargo, a quienes tienen la facilidad de que el lector reviva una historia tomada de la realidad.



Familia El Universo




Si desean pueden leer la continuación de esta minibio en la Segunda parte:

Un repaso por mi trabajo periodístico en Espectáculos. 

Comentarios

  1. y TU TIA SE SIENTE SUPER ORGULLOS DE HABER LEIDO TU PRIMER POST SIN "MALAS PLABRAS" (INSULTOS Y COSAS RARAS QUE SIEMPRE ME HACEN REIR) PERO sobre todo bien que en 3 años sigues en el camino de formaciòn.
    Tu tìa no tiene hijos pero tiene 8 bellos sobrinos, eres la mayor y mi gran orgullo.

    Felicitaciones BlanquiMonki, Bimp, Come moco. =)

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  2. ¡jajajaja! Que cag de risa. No lo puedo creer, qué suerte que no te despidieron después de esa cagada.

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  3. Muy buena anécdota y confirma que has ido formando tu camino con aprendizaje y muchas historias que es lo que siempre se atesora.

    A seguir adelante y nunca perder la sonrisa y las ganas de aprender :)

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  4. No conocia en detalle tu ingreso, pero esta crónica es excelente, como varios de los artículos que he leído, algo me contaste y en verdad me siento muy contento de pertenecer a tu grupod e amigos antes de ingresar a laborar al mayor diario nacional.
    Blanquita, mi queridísima y apreciada amiga, sabes que me encantas y que estoy muy orgulloso de tu desarrolo y formación.
    Te deseo lo mejor del mundo y sobre todo te deseo que nunca te olvides de mi. Esas "cagadas", errores, o experiencias que construyen tu aprendizaje son el motor de tu profesionalización. Todos aprendemos de los errores, sin equivocaciones no hay aprendizaje.
    Suerte, éxitos y bendiciones. Solo espero estar siempre en tu lista de amigos, importantes o no, en esa lista.

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  5. Siempre supistes salir de todas las pruebas q la vida te pone ejeje recuerdo como q si fuera ayer q te veia en aquella isla de cartuchos resolviendo uno de tantos problemas tu sabs manejarlo y lo mas importante dios esta contigo pa ayudarte asi q pa lante blaki a exceder lo ordinario

    nirvana

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  6. JAJAJAJAJAJA Me quedo con lo de tu cagada(porque me lo imagine) con tu sinceridad, y con el esfuerzo. Excelente.

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