Reflexión sobre el amor verdadero



Nadie puede estar eternamente inmovilizado de encanto por su pareja. Me refiero a esa fascinación ciega, no a la que con los años se convierte en admiración y gratitud. La fascinación... el amor pasional, pasa cuando conoces las fallas de la persona que te acompaña.

El amor no es nada rosa y violeta. Es blanco o es negro.

Blanco porque cuando llega da paz. Allí es en realidad cuando identificas al verdadero amor, en el momento en que tu tolerancia encuentra madurez. Negro porque se sigue peleando y cuando riñes, riñes... Te crece la trompa, se frunce el ceño... todo eso que ya conoces... sigue existiendo, pero sabes... POR FIN SABES... que es parte del oficio.

Siempre habrá algo por qué pelear. Los defectos son cosas que no podemos evitar, ni en nuestra pareja, ni en nosotros. El amor verdadero es independiente de la pasión, no separado de ella completamente... más bien la deja de lado por algo más sincero y más pleno, la amistad y la compañía. 

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