No respondo



Puedo sentir el muro que construiste en tu defensa en cada evasión, pero estoy confundida; porque la única vez que me permití volver a verte a los ojos, estos te brillaban como estrellas y yo me sentí más viva que nunca.
Puedo palpar tu miedo en la indiferencia que pones como escudo cada vez que me acerco a ti en pequeñas misivas, pero la primera impresión del reencuentro de estos días es la que me mantiene feliz y en pie de guerra.
No es mi sueño arrebatarte tu presente. Si tu felicidad plena está lejos de mí, te aclaro que me iré contenta, me iré antes de haber llegado.
Pero sí después de un abrazo, vibro y vibras, no respondo.

Comentarios

  1. me siento identificado con este escrito que casi lloro, por que si la veo, la abrazo y vibro... lo mas probable es que ella también.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La verdadera historia de Danilo Palomino, el nuevo Guinness de Ecuador

Valeverguismo. Tendencia pegajosa

De mango y almendras a plomo y sangre: la transformación de mi patria