Vacío
Vacío
El amor es hueco, amigos.
Es un recipiente donde entran besos, fluidos, oraciones y puntos suspensivos.
Comemos con hambre.
Y una vez saciados, bum.
Vacío.
Otra vez.
Tuc. Tuc. Tuc.
Se llena el amor de cosas y de gentes.
El plato se ve bien a veces.
Variado.
Como, otra vez,
como un perro hambriento.
Y vacío. Vacío. Vacío.
La emoción se escudriña en el huequito oscuro del retrete mientras bajo la válvula de mis pasiones cagadas.
Nadie ha lavado el plato de mi amor en años.
Esa es la falla, diría Juan Carlos.
A nadie le importa como luce el plato.
El plato es mío.
La comida solo quiere ser comida.
Me he dedicado a comer sin limpiar.
Qué asquerosa.
El plato está vacío hoy.
Ojalá alcance a lavar...
Tuc. Tuc. Tuc.
Diablos.
Ahí viene de nuevo.
La cena.
Me ha atrapado.
Bien el título. Refleja el contenido, vacío de todo. Falta la filosofía callejera. El Hedonismo
ResponderEliminardebe ser narrado con elegancia brutal, estilo, p.e. "Lo cuadernos de don Rigoberto"