Te me escapas

A estas alturas del camino ya no sé si sigo allí.
No importa.
Mi corazón halla calma cuando, atrevido, asomas en mis recuerdos.
Sonrío.

Te me esfumas de a poco y a conciencia.
Así debe ser, supongo.

Los puntos suspensivos de este cuento se disipan mientras consolidas tu vida.

Soy viento ahora.
Besaré tu frente en tardes de verano y mi vaga imagen asomará en tus pupilas.
Seré recuerdo.

...

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