La mula
La mula no pare, solía decir mi abuela.
Nada que cuajas, sueltan los vecinos cuando tienen la oportunidad.
Nadie te va a cuidar de viejita, advierten las amigas ignorantes.
¿Y mis nietos para cuándo?, increpa mamá en las reuniones.
Apaño hijos en sobrinos y niños de otros.
La mula no pare, oigo a la abuela en el recuerdo.
Veo las estadísticas de embarazos adolescentes.
Soy testigo de niños nacidos en familias deprimidas moral y económicamente.
Crío dos perras.
La mula no pare, repite la voz de la abuela.
Los niños que no llegaron a ser lloran con mi menstruación.
A veces los imagino conmigo, creciendo felices.
Otras, recuerdo al brujo que me prometió al varón. Esperanzada.
Pero, al final, siempre la abuela.
Al frente, implacable.
La mula no pare, me condena.
La prueba ha salido negativa otra vez...
Comentarios
Publicar un comentario