Lecciones de dignidad que Rosa Parks nos dejó


1 de diciembre de 1955. Rosa Parks se sienta en la parte de atrás del bus, allí donde los negros como ella estaban obligados a sentarse en Estados Unidos. Sobre todo en lugares como Montgomery, Alabama, donde la segregación racial se vivió de manera más cruenta que en otras localidades. Rosa no imaginó que negarse a dar el asiento cambiaría el rumbo de su historia y la de su país. 

Quizás has escuchado hablar del racismo de manera general, de sus incidencias, de un atroz grupo denominado Ku Klux Klan, dedicado a hacerle la vida imposible a los negros de norteamérica, pero a través del libro 'Rosa Parks Mi Historia', llegas a vivir el racismo como ella lo vivió, porque puedes palparlo a través de su sencillez al narrar lo que fue su cotidianidad. 

Era un tiempo en que Estados Unidos tenía bebederos para negros, escuelas para negros, bibliotecas de negros, barrios de negros...  Pero yo no vengo acá a darte una clase de historia, sino de dignidad, que sé que a Rosa le habría gustado mucho más que lo primero. El resto puedes tú ir a buscarlo en Google.

Me gustaría que tuvieran la sensación de esperanza, dignidad y orgullo que mi familia y mis maestros instalaron en mí.

Rosa Parks



Rosa Parks sabe que se convirtió en un símbolo en el momento mismo en que se negó a ceder su asiento de negra a un blanco, pese a la orden injustificada de un chofer de bus vulgar y racista que antes ya la había agredido, y sabía también que en ese momento de la historia, negarse a hacerlo le iba a significar cárcel, pero también le iba a significar ser noticia. Y esa es una de las primeras lecciones que le deja Rosa a quienes de alguna manera viven situaciones de indignidad: A veces debes de hacer lo injusto mediático para poder visibilizarlo.

Desde que fue niña, tuvo Rosa que vivir el más recalcitrante racismo: Su abuelo dormía en vigía para evitar que los racistas del Ku Klux Klan ataquen su casa, y debió lidiar con niños racistas que la atacaban sin ninguna justificación. Y ella sabía que nadie merece ser atacado o maltratado. Por eso, antes de dedicarse al activismo de los derechos civiles, tuvo algunos episodios importantes que dan cuenta de la lección de dignidad en la que me quiero concentrar en este artículo.

Digna, pero no violenta

La ocasión en la que agarró un ladrillo para amedrentar a un chico que la quería golpear es una de mis escenas favoritas. Rosa aquel día eligió la violencia, como dicen los muchachos hoy. Estaba harta, pero fue reprendida por su abuela, que sabía que ese acto de justicia pudo haberle representado la muerte. Era apenas una niña, igual que su atacante. Primera lección de Rosa. Vive con dignidad, pero mide las consecuencias. La violencia no es el camino. Lo entendió mucho después, inspirada en Martin Luther King, a quien conoció y vio morir por la causa.



La mayoría de los afro creía que no había otra opción que vivir bajo la bota del señor Charlie (el hombre blanco). (...) King dijo que no se debía ser violento, eso hizo alcanzar victoria.
Rosa Parks.

Y sí, definitivamente la unión hace la fuerza

Sé que es cliché, pero no hay lucha sin gente que quiera luchar. Así de simple. Pese a que una acción tan aparentemente insignificante como negarse a dar su asiento pudo haber pasado desapercibida, se convirtió, sin duda, en el más grande ícono de Montgomery y su historia de negritud oprimida. Desde ese mismo momento, los negros de la localidad se negaron a  subirse en buses, organizaron recorridos solo de negros y casi hacen quebrar a los choferes racistas, que se mantuvieron en resistencia a aceptar las negociaciones ofrecidas, pese a que los pedidos únicamente buscaban la dignidad del pasajero negro. 

Fue una victoria que se cuenta en varios capítulos. Así que, anota, únete a los tuyos y lucha, lucha con los que quieran, porque siempre habrá gente sumisa a la que la dignidad le represente pereza o miedo. Este probablemente es mi post más progre. Je.



No había nada que pudiera hacer que la segregación fuera algo decente, bueno o aceptable.
Rosa Parks

Ten sed de dignidad

Sé que no son los tiempos de Rosa Parks. El mundo ha cambiado y cada vez es más consciente, con sus detestables excepciones. Aun así, tiene uno que entender que la dignidad no es negociable a veces. Como ella lo hizo al desear la libertad y los derechos de los blancos y ver a lo largo de su vida cumplidos sus más dignos sueños. Un dato curioso. Una vez que se convirtió en activista, a su esposo le pidieron no mencionar su nombre en el trabajo. Él renunció. "No estaba dispuesto a trabajar en donde no se pueda mencionar el nombre de su esposa", escribe Rosa, que debió ver morir a su marido años después. Recuerda que contigo tienes la carta del derecho a protestar por los derechos. Y que nada vale la indignidad.


 

De lo único que estaba cansada era de rendirme. No podía hacer todo lo que quería, pero hacía todo lo que podía. 

Rosa Parks


Sé orgulloso 

Me criaron para sentirme orgullosa de mí. Hay muchas personas cuyos corazones no han cambiado. Aún nos queda mucho por recorrer. Vivir y enseñar el amor y el servicio es el camino. Cuantas más personas alcancen esa manera de pensar, estaremos mejor.

Rosa Parks

Este post fue escrito escuchando a Ray Charles.







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