Testamento

Como 2019, me quedan pocos instantes, y aquí me tienen, pese a mi voluntad y por mera educación, dejando mi despedida, con algo de indignación.

A América Latina unida, en la guerra y en la paz, le dejo la luz del 2020, que está a punto de llegar. Ojalá los gobiernos, escuchen las voces de aquí, y se olviden un poquito del gigante FMI.

Fui el año del gran paro, que el paquetazo truncó con chantaje.Dejo la Contraloría quemada, pero el mismo precio del pasaje.  

No me voy solo, aunque quieran, llevo conmigo a Nebot, que ahora hecho el estridente sueña con ser presidente, aunque no le gusta el páramo y allá no lo quiera la gente. 

Dejo a cambio a la colorada, lo mismo pero sin bigote, y no me reclamen nada, o les traigo más garrote.

También a otras ciudades las dejo con nuevos alcaldes. Al Yunda, en Quito, creyéndose bacán, y a Dalton en Durán, con el triunfo de regreso. Pobrecitos de ustedes, ¡semejante retroceso!

A los de la ATM, un regalo: el Manual de Carreño, para que sepan comportarse en momentos espinosos y así eviten los virales que los venden mentirosos. 

Y ustedes, infractores violentos, no se salvan de mi herencia. Les dejo a la gente de redes, para que aprendan de inclemencia.

Y ahora que hablo de internáutas, qué manera de hostigar, a ustedes nada les calza, ¡los peores para criticar! Que si una niña salió en un video indecoroso, ¿a ustedes qué les importa? ¡todos sarta de morbosos!

A ese man que quiere en Urdesa otro Guayarte que se vaya al Guasmo Sur a querer llevar “su arte”, porque el parque ahora está bien, aunque no sea inclusivo. Si quiere puede arreglarlo, pero sin ser abusivo.

Esperen, tengo que irme, llega mi hora esperada, lamento no haber dejado las clínicas de adicción legaliz adas. Ahí le digo al 2020, que les dé una ayudita. Y al Ministerio de Salud, que se ponga las pilitas.

No tomen mucho el 31, que el 1  ya es otro año, y recuerden que el tiempo no existe, que es un invento de antaño.

Besitos.